jueves, 9 de mayo de 2013

(Sin título)

Saliendo de su casa, yendo a su trabajo.
Carlos:
que raro que no haya sonado mi despertador...
 En otro lugar, misma hora. Igualmente saliendo de su casa.
Silvina:
¡me quedé dormida otra vez!
En el camino se encuentran.
Carlos: hola, discúlpame. ¿me podes decir la hora?-

Silvina: claro, son las 9:15.-
Carlos: gracias... discúlpame que te moleste de nuevo...-
Silvina: no estás molestando, al contrario tu cara se me hace conocida...-
Carlos: ¡eso iba a decir! tu cara también se me hace conocida, pero no nos conocemos ¿o si?-
Silvina: creo que ... no, no me se tu nombre...-
Carlos: mi nombre es Carlos ¿el tuyo?-
Silvina:
*mira su reloj* - discúlpame, pero me tengo que ir, estoy llegando tarde de nuevo.-
Al instante de darse la vuelta, vuelven a aparecer cada uno en su respectiva casa.
Saliendo de su casa, yendo a su trabajo.
Carlos:
que raro que no haya sonado mi despertador...
En otro lugar, misma hora. Igualmente saliendo de su casa.
Silvina:
¡me quedé dormida otra vez!
En el mismo camino vuelven a encontrarse.
Carlos: hola, discúlpame. ¿me podes decir la hora?-
Silvina: claro, son las 9:15.-
Carlos: 
déjà vu...
Silvina: 
déjà vu...
Dijeron al mismo tiempo.
Carlos: ¿nos conocemos?
Silvina: Creo que ... no, no recuerdo tu nombre.-
Carlos: Carlos ¿el tuyo?-
Silvina: Silvina... tengo una extraña sensación de que viví esto ayer...-
Carlos: Si, yo también... ¿te habías fijado que no se ve ninguna otra persona, ni autos estacionados o en movimiento?-
Silvina: Ni colectivos... por eso estoy caminando... -*mira su reloj*- siguen siendo las 9:15... ¿qué está pasando?...
Carlos: estás soñando de nuevo... vas a llegar tarde otra vez .
  Silvina se despierta en su casa.

domingo, 21 de abril de 2013

El último pasillo

                        El último pasillo 





 Dos desconocidos se encuentran, luego de caminar por un pasillo oscuro durante mucho tiempo. 




-¿Hola?- Su voz insegura, intentando encontrar respuesta en la oscuridad.
- .. hola, ¿sabe donde está la salida?- La voz que responde sonaba normal, humana.
-No, por donde vine solo se va a otro pasillo igual a este, e igual de oscuro...- Como si estuviera atrapado en un pasillo interminable.
-¿De verdad?... Por donde yo vine sucedió lo mismo...-
- Esto si que es muy raro, por cierto mi nombre es Hector Germán Oesterheld. ¿cual es su nombre?-
-Mi nombre es Francisco Solano Lopez, ahora que nos conocemos Señor Oesterheld...-
-Dígame Hector.-
- Está bien, Hector... creo que habrá que buscar una salida,¿no cree?-
-Sería lo más conveniente, pero con tanta oscuridad apenas si puedo verlo a usted. ¿Por casualidad usted no tiene un chispero o algo para alumbrar?-
- Creo que tengo uno por aquí... - En la oscuridad no se escuchaba otro ruido que el que hacía Francisco buscando en sus bolsillos- Aquí esta.- Con un movimiento enciende el lumbre.
-Vaya, por fin puedo verlo correctamente Francisco- se estrechan las manos.
- Una anécdota un poco peculiar para relatar, ¿no lo cree?. - Mira a su alrededor- La mente humana es algo sorprendente. Sin esta luz jamas podríamos haber visto esta puerta - Con la mano alumbra una puerta de metal sin picaporte ni marca alguna.-Intentaré abrirla, sostenga esto por favor...- Y le alcanza el chispero. Mientras Hector iluminaba Francisco intentaba abrir la puerta, pero por más fuerza que usara no se movía ni un centímetro.-
-¿Si si intentamos los dos al mismo tiempo?- Sugiere Hector.
-Pero tendría que soltar el chispero, y eso nos dejaría a oscuras...-
-Tenemos que intentarlo, es nuestra única esperanza.-
-Está bien...- Hector se posiciona junto a Francisco y apaga el chispero para tener más equilibrio al empujar. Usando el peso de ambos, luego de unos minutos que parecieron eternos pudieron abrir la puerta.
-¡Muy bien!-
-¡Hurraah!- Gritaron al mismo tiempo. Pero detrás de esa puerta era igual de oscuro.
-Sigue estando oscuro, pero pudimos abrir la puerta. ¿Puede encender el chispero?-
-Eso estoy intentando...pero no quiere encender...-
-Déjame intentarlo a mi Hector... - Pero por mas veces que intentaba, seguía sin encenderse...-Que raro... ni una chispa sale...-
-¿Entonces que haremos?... Sin luz no podremos ver nada de lo que haya en esta habitación...-
-Pero es lo único que podemos hacer, entremos...- Y los dos hombres entraron. Se escucha un ruido como un susurro y la puerta detrás de ellos se cierra.
-¡NOOOOO!...- Desesperado intenta abrir la puerta, pero no tiene picaporte ni nada de lo que pueda agarrar.
-¿Vamos a quedarnos atrapados aquí toda la eternidad?- Hector se estaba desmoronando.
-Los dos no- Francisco atraviesa la puerta y se desvanece.