Saliendo de su casa, yendo a su trabajo.
Carlos: que raro que no haya sonado mi despertador...
En otro lugar, misma hora. Igualmente saliendo de su casa.
Silvina: ¡me quedé dormida otra vez!En el camino se encuentran.
Carlos: hola, discúlpame. ¿me podes decir la hora?-
Silvina: claro, son las 9:15.-
Carlos: gracias... discúlpame que te moleste de nuevo...-
Silvina: no estás molestando, al contrario tu cara se me hace conocida...-
Carlos: ¡eso iba a decir! tu cara también se me hace conocida, pero no nos conocemos ¿o si?-
Silvina: creo que ... no, no me se tu nombre...-
Carlos: mi nombre es Carlos ¿el tuyo?-
Silvina: *mira su reloj* - discúlpame, pero me tengo que ir, estoy llegando tarde de nuevo.-
Al instante de darse la vuelta, vuelven a aparecer cada uno en su respectiva casa.
Saliendo de su casa, yendo a su trabajo.
Carlos: que raro que no haya sonado mi despertador...
En otro lugar, misma hora. Igualmente saliendo de su casa.
Silvina: ¡me quedé dormida otra vez!
En el mismo camino vuelven a encontrarse.
Carlos: hola, discúlpame. ¿me podes decir la hora?-
Silvina: claro, son las 9:15.-
Carlos: déjà vu...
Silvina: déjà vu...
Dijeron al mismo tiempo.
Carlos: ¿nos conocemos?
Silvina: Creo que ... no, no recuerdo tu nombre.-
Carlos: Carlos ¿el tuyo?-
Silvina: Silvina... tengo una extraña sensación de que viví esto ayer...-
Carlos: Si, yo también... ¿te habías fijado que no se ve ninguna otra persona, ni autos estacionados o en movimiento?-
Silvina: Ni colectivos... por eso estoy caminando... -*mira su reloj*- siguen siendo las 9:15... ¿qué está pasando?...
Carlos: estás soñando de nuevo... vas a llegar tarde otra vez .
Silvina se despierta en su casa.
El regreso de Abel

jueves, 9 de mayo de 2013
domingo, 21 de abril de 2013
El último pasillo
El último pasillo
Dos desconocidos se encuentran, luego de caminar por un pasillo oscuro durante mucho tiempo.
-¿Hola?- Su voz insegura, intentando encontrar respuesta en la oscuridad.
- .. hola, ¿sabe donde está la salida?- La voz que responde sonaba normal, humana.
-No, por donde vine solo se va a otro pasillo igual a este, e igual de oscuro...- Como si estuviera atrapado en un pasillo interminable.
-¿De verdad?... Por donde yo vine sucedió lo mismo...-
- Esto si que es muy raro, por cierto mi nombre es Hector Germán Oesterheld. ¿cual es su nombre?-
-Mi nombre es Francisco Solano Lopez, ahora que nos conocemos Señor Oesterheld...-
-Dígame Hector.-
- Está bien, Hector... creo que habrá que buscar una salida,¿no cree?-
-Sería lo más conveniente, pero con tanta oscuridad apenas si puedo verlo a usted. ¿Por casualidad usted no tiene un chispero o algo para alumbrar?-
- Creo que tengo uno por aquí... - En la oscuridad no se escuchaba otro ruido que el que hacía Francisco buscando en sus bolsillos- Aquí esta.- Con un movimiento enciende el lumbre.
-Vaya, por fin puedo verlo correctamente Francisco- se estrechan las manos.
- Una anécdota un poco peculiar para relatar, ¿no lo cree?. - Mira a su alrededor- La mente humana es algo sorprendente. Sin esta luz jamas podríamos haber visto esta puerta - Con la mano alumbra una puerta de metal sin picaporte ni marca alguna.-Intentaré abrirla, sostenga esto por favor...- Y le alcanza el chispero. Mientras Hector iluminaba Francisco intentaba abrir la puerta, pero por más fuerza que usara no se movía ni un centímetro.-
-¿Si si intentamos los dos al mismo tiempo?- Sugiere Hector.
-Pero tendría que soltar el chispero, y eso nos dejaría a oscuras...-
-Tenemos que intentarlo, es nuestra única esperanza.-
-Está bien...- Hector se posiciona junto a Francisco y apaga el chispero para tener más equilibrio al empujar. Usando el peso de ambos, luego de unos minutos que parecieron eternos pudieron abrir la puerta.
-¡Muy bien!-
-¡Hurraah!- Gritaron al mismo tiempo. Pero detrás de esa puerta era igual de oscuro.
-Sigue estando oscuro, pero pudimos abrir la puerta. ¿Puede encender el chispero?-
-Eso estoy intentando...pero no quiere encender...-
-Déjame intentarlo a mi Hector... - Pero por mas veces que intentaba, seguía sin encenderse...-Que raro... ni una chispa sale...-
-¿Entonces que haremos?... Sin luz no podremos ver nada de lo que haya en esta habitación...-
-Pero es lo único que podemos hacer, entremos...- Y los dos hombres entraron. Se escucha un ruido como un susurro y la puerta detrás de ellos se cierra.
-¡NOOOOO!...- Desesperado intenta abrir la puerta, pero no tiene picaporte ni nada de lo que pueda agarrar.
-¿Vamos a quedarnos atrapados aquí toda la eternidad?- Hector se estaba desmoronando.
-Los dos no- Francisco atraviesa la puerta y se desvanece.
-¿Vamos a quedarnos atrapados aquí toda la eternidad?- Hector se estaba desmoronando.
-Los dos no- Francisco atraviesa la puerta y se desvanece.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)